En un lugar de La Mancha: Miguel Fisac.

 

Durante la década de los años cincuenta del pasado siglo un grupo de arquitectos utilizó distintos usos de lo popular como medio para alcanzar una vía de modernidad. Entre ellos destacaron nombres como De la Sota, Fernández del Amo, Corcherch o Fisac. Una de las definiciones de vernáculo es la que se relaciona directamente con el concepto de lo nativo. Asociado a esta noción en nuestra comunicación pretendemos acercarnos a las obras realizadas por el arquitecto Miguel Fisac en su localidad natal durante los años cincuenta. A través del estudio de la documentación existente en la Fundación Fisac sobre los proyectos realizados en Daimiel (Ciudad Real), pretendemos destacar la importancia que tiene la arquitectura popular en el proceso creativo del arquitecto y ver cómo influyó su entorno personal en la definición de algunas obras que realizó en su localidad natal.

 

Fueron tres las obras construidas en Daimiel basadas en la arquitectura popular manchega: el Instituto Laboral (1950-1953), el Mercado Municipal (cuyo encargo recibe del Ayuntamiento en 1955) y dos viviendas unifamiliares para la familia Pozuelo (proyecto de 1958). Estas obras, son de las más desconocidas y menos divulgadas de su carrera, encontrando en ellas un crisol de experiencias en pleno desarrollo de su carrera profesional y ejecutadas tras varios viajes que supusieron un revulsivo en actividad creativa. Pero el uso de lo vernáculo no se limitó a la utilización de unos determinados materiales tradicionales por necesidades económicas. En el caso de Miguel Fisac, y más en concreto en estas obras ejecutadas en su localidad natal, lo popular impregnó todo, buscando unir las obras a su lugar de origen, consiguiendo con ello que La Mancha ocupase un lugar primordial en el proceso creativo que se manifiesto en diferentes ámbitos.