La ciudad residencial de Perlora. Del urbanismo higienista a la sociedad del desperdicio.

 

Las ciudades sindicales fueron concebidas en el marco de la política sindical en relación con el descanso proletario y se proyectaron en tres puntos de nuestro litoral: la de Perlora (1949-56), la de Marbella (1956) y la de Tarragona (1957).

 

Esta comunicación se integra en una investigación que pivota en torno a tres ámbitos reveladores: su vinculación al ideario moderno con especial referencia a la Ciutat de Repós i de Vacances (1931-36 GATCPAC) y a sus propuestas higiénicas y regeneracionistas; su realización efectiva en el contexto social español de los años 50 (incluida la incorporación diversa de modelos vernáculos y locales) y el estudio acerca de una posible readaptación.

 

Analizamos  aquí la Ciudad Residencial de Perlora (F. Somolinos y otros) al entender que su caso puede suscitar la reflexión en torno a los criterios de intervención en un contexto actual de creciente obsolescencia vinculado a los hábitos de ocio. Desde los años 70 Perlora ha sufrido un progresivo declive sólo matizado por pequeñas intervenciones que evidencia los notables cambios experimentados respecto a los modelos de concebir el ocio, el descanso y el turismo. Algunas voces están reivindicando una actuación de mayor envergadura para recuperar la vitalidad que un día tuvo Perlora, si bien este punto de vista puede calificarse como de nostálgico.

 

En el marco actual de una acelerada obsolescencia que amenaza el fundamento de la arquitectura y de su permanencia, es decir, de la firmitas, apelamos con frecuencia a términos tales como reciclaje, readaptación o renovación, los cuales son reveladores de que aún sigue operando en nuestra conciencia un sueño moderno: aquél según el cual todo atisbo de necrosis insalubre es susceptible de una regeneración, aquella que permite al objeto (y al sujeto) encontrar un lugar –un destino, una función – ahuyentando así la amenaza de quedar completamente deslocalizados o inadaptados y encubriendo la sospecha de que somos incapaces de reciclar el residuo que generamos.