Valuengo y De la Sota, un pueblo, una iglesia y un arquitecto.
La guerra civil española provocó una paralización en el desarrollo de la teoría urbanística, especialmente en el ámbito rural, que había comenzado a gestarse en la etapa finisecular del XIX. La necesidad de desarrollar un proceso de colonización interior en las regiones españolas más desfavorecidas se resolvió en favor de las teorías de concentración auspiciadas por José Tamés que permitió la creación de pequeños núcleos poblacionales distribuidos por los territorios colonizados por el INC. Estos poblados respondían a unos esquemas que se alejaban de los modelos urbanos más tradicionales.
Alejandro de la Sota fue uno de los arquitectos que participó en este proceso y su obra para el INC nos deja improntas de un urbanismo de extraordinaria calidad. Uno de sus pueblos fue Valuengo (1954, Badajoz), concebido desde tres puntos de vista: “Orientación, configuración del terreno y las vistas que del pueblo han de tenerse […]”. El arquitecto resuelve la escarpada topografía con un pueblo-propaganda, retomando la idea desarrollada en Esquivel, dotando a los edificios de carácter edilicio de gran representatividad. Sin embargo, De la Sota no olvida al colono y profundiza en su concepción de pueblo con calles-plaza, que comenzó a utilizar en Entrerríos y La Bazana, proyectando para Valuengo una serie de calles a modo de bolsones que facilitan una suave transición entre las curvas de nivel del terreno y generan plazas alargadas destinadas a circulación peatonal que conforman espacios públicos recogidos y vivideros para los usuarios de las viviendas que delimitan dichas plazas.
La original configuración urbanística para Valuengo, formalizada mediante un organicismo vernáculo, pero alejado del pintoresquismo, queda definida por las tres calles-plaza con viviendas que enlazan la calle-plaza de los edificios públicos con la carretera que circunvala el pueblo. Esta aportación de De la Sota constituye un magnífico referente en el urbanismo del siglo XX en España de incuestionable valor patrimonial que debe preservarse evitando la destrucción de los valores que representa.